21 ago 2013

DÍA DE LAS PEÑAS 2012.


Desde muy temprano y con un cansancio tremendo pusimos rumbo Salva y yo al Palacio de Vistalegre para disfrutar del famoso 'Día de las Peñas', donde él y yo fuimos invitados para representar a la Peña Atlética Guanches Rojiblancos.

Acudimos a las taquillas del pabellón para ir a recoger un sobre con el nombre de la peña, en cuyo interior portaba dos entradas VIP en el Palco de Vistalegre (BM Atlético de Madrid-Helvetia Anaitasuna), dos entradas VIP en el Palco del Vicente Calderón (Atlético de Madrid-Valladolid), dos cheques para recibir una paella, con bebida y postre, además de una acreditación que se nos otorgó como 'Nueva peña homenajeada', que nos permitía practicamente hacer lo que nos diese la gana por el Vicente Calderón (acceso a zona mixta, acceso a sala de prensa, etc...)


Entradas y acreditaciones




Una vez recibido todo esto, fuimos a nuestro lugar, el Palco VIP del Palacio de Vistalegre. Según llegamos simpatizamos con los integrantes de una nueva peña llamada Nevera Azul y también desde la grada se nos preguntó si eramos de una peña de Telde y que si conociamos a Fernando, pues al parecer este hombre fue con él a la final de la Europa de League.


Panorámica Vistalegre




Tras un buen partido del Balonmano Atlético de Madrid (36-31), llegaba nuestro momento de bajarnos a pie de pista, pues ese era el lugar donde tendría lugar el homenaje a las peñas del Atlético de Madrid. Nos había tocado salir en segundo lugar para recoger el diploma de la mano del presidente del club, Enrique Cerezo. Tras saludarlo y recibir el reconocimiento como peña atlética, avanzamos para saludar a otros miembros del club como Lázaro Albarracín, Pedro Pérez, Adelardo, Tomás Reñones, Lola Romero, José Javier Hombrados y Juan Carlos Aguilera.


Salva con el diploma



Diploma




Después del acto, Salva y yo, cual niños de 8 años nos fuimos a sacar fotos con Hombrados y Aguilera, momento que recordaré toda mi vida, pues para mi fue una de las mejores vivencias de ese día.


Salva y Vero con Aguilera



Vero con Hombrados




Al salir del interior del palacio, nos situamos en la cola que se había confeccionado para degustar el menú que ofreció el club a todos aquellos peñistas que habían acudido al partido de Balonmano. Paella, bebida y un postre (muy curioso pues era rojiblanco y por encima tenía el escudo del Atleti) fue lo que comimos, bajo una “estupenda” tromba de agua.

Como no cesaba la lluvia, decidimos irnos directamente al Calderón, donde se podía respirar un ambiente totalmente rojiblanco, ya que estaba abarrotado de una gran multitud de indios e indias de todas las edades y lugares de España. Nos dirigíamos directamente a la puerta número 52, pues este era el acceso al palco VIP del club. Nuestros asientos se situaban en el sector 342 y desde allí fue donde vimos un partido un tanto sufrido, pues hasta que el árbitro no dio por finalizado el encuentro no estuvimos tranquilos. Ganamos 2-1 al equipo pucelano, con goles de Godín (33') y de Falcao desde la pena máxima (45'). La lluvia dio tregua a los 90 minutos de partido, pues a la salida del estadio nos tuvimos que refugiar del agua y del frío que hacía en ese momento, así mismo, nos tuvimos que olvidar de ir a la sala de trofeos y de prensa, puesto que nos habíamos empapado de arriba a abajo.


Salva en la entrada al palco VIP



Salva y Vero en el palco



Panorámica Vicente Calderón




La verdad es que fue un día muy completo, desde el principio hasta el final y como le dije a Salva, el mejor día de mi vida como aficionada a este equipo. No sólo por el día en sí que fue más rojiblanco que los antiguos colchones, sino porque también la compañía fue la mejor que pude haber tenido. Una persona igual de rojiblanco que yo y a la que hoy en día, amo con locura...


Salva y Vero




No sin finalizar, quiero agradecerle a la peña el brindarnos esta oportunidad y sobretodo quisiera hacer hincapie en Rubén y Alfredo, el ser hoy en día peña del Atlético de Madrid gracias a su constancia y trabajo, ha sido posible. Por nuestra parte estaremos siempre, eternamente agradecidos.

Verónica Suárez Santana.


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